3.26.2010

El regalo del Bicentenario

Sí, estamos en el año 2010. Y estoy seguro que esto importa muy poco para muchos mexicanos... Sí, el 2010, otro año igual que el 2009, que el 2008, que el 2007, etc., otro año más ¿y qué?... Sin embargo, allá arriba, los "representantes del pueblo", se empeñan a recordarnos una y otra vez, hasta el cansancio, que este es el año del Bicentenario: ¡Oh glorioso bicentenario de la independencia y centenario de la revolución!

Pero: ¿Qué tiene de gloriosa la situación en la que se encuentra el país? ¿Qué tiene de glorioso que en los últimos doscientos años se halla transformado al cuerno de la abundancia en el cuerno de la miseria? Y me fastidio hasta el tope cada vez que escucho en la radio o en la televisión la propaganda política, sus mentados "spots", diciéndome que me prepare para los grandiosos festejos que se preparan para celebrar esta fecha tan trascendental...

¿¿¿Y en qué consistirán estos festejos, en los cuales tendremos la grandísima fortuna de ser parte???

- ¿Acaso se trata de una reforma laboral que impulse la creación de empleos decentes para la inmensa cantidad de mexicanos que sufren para subsistir miserablemente día con día?

- O quizás el gobierno planea festejar la gloria del Bicentenario con reformas educativas que permitan que todos los  niños, jóvenes y adultos mexicanos tengamos acceso a una educación digna.

- O espérenme, ya sé, lo que planea el gobierno es festejar con una serie de reformas que garantizarán la seguridad y la paz públicas; desaparecer la impunidad y convertir a las agencias que se encargan en hacer valer las leyes en instituciones libres de corrupción.

- O aún mejor: Papá Gobierno nos regalará aquello que más deseamos todos los mexicanos (quizá con excepción de ellos mismos): Sí, por fin se subirán todos esos políticos rateros que hay en México a una nave espacial y se marcharán a otra galaxia y nos dejarán en paz.

Siento ser aguafiestas, pero el GRANDIOSO festejo que planea el gobierno es tan solo darnos PAN y CIRCO, miserable pan y miserable circo.

No saben lo emocionado que estoy por presenciar tan despreciable evento.