4.09.2010

El sordo rumor del descontento

1810
1910
2010...

"Vivir mejor"... ¡Qué descaro! No les basta con degradarnos,  robarnos, utilizarnos para sus propios intereses y vernos las caras de pendejos. ¡No les basta! ¿Cómo pueden ser tan cínicos para creer que con mil anuncios en la radio y la televisión podrán hacernos creer que estamos viviendo mejor? Cuando en realidad cada día se vive peor: cada día que pasa da más miedo salir a la calle por temor a que le vuelen a uno la cabeza; cada día las monedas son más difíciles de conseguir, y cada día alcanzan para comprar menos; cada día se ve mayor desigualdad social, uno que otro mexicano más en la lista de millonarios de Forbes y millones malviviendo miserablemente. "Vivir Mejor" Los únicos que viven mejor han de ser los cerdos monopolistas, los narcos y sus perros políticos falderos... Pero las cosas pueden cambiar, y eso lo saben los de arriba.

Mientras más se caliente esto, más nos acercamos al punto de ebullición; no hay de otra, es una simple y sencilla regla. Los de arriba no se han medido, y sus empleados que nos gobiernan son tan ineptos que no han podido detener la caída del país en la pobreza, la violencia y la desesperación. Este es un año cuyo número es Tabú; hace que a los políticos les den escalofríos y se les enchine la piel como gallinas; les hace recordar que tarde o temprano los de abajo se cansarán de los de arriba, y cuando esto pasa en ocasiones salen volando cabezas y tripas por todos lados. Dicen que el valiente vive hasta que el cobarde quiere.

Y con sus pobres facultades mentales los políticos se preguntan qué hacer para detener la bomba de tiempo, y llegan a la conclusión que pueden tapar al Sol con un dedo: que organizando festejos y haciendo una campaña de propaganda en los medios masivos podrán convencernos de que estamos muy bien. ¿Pero qué pasará cuando los festejos pasen, y cuando nos demos cuenta que no podemos comer de anuncios publicitarios? Tan solo le están poniendo más leña al fuego, despilfarrando recursos que no deberían desperdiciarse, recursos que utilizados inteligentemente podrían por lo menos amortiguar la explosión. La cámara está llena de gas, solo falta un chispazo para que truene.