¿Abstención, voto nulo, o “menos pior”?
Dentro de exactamente un mes l@s mexican@s podremos ir a las
casillas electorales y escoger de entre cuatro maleantes quien será el/la
próxim@ presidente de México.
El poeta y activista Javier Sicilia llamó a estas elecciones
como las de la “Ignominia”. En otras palabras estas son las elecciones del
deshonor y de la desvergüenza de los partidos políticos, por medio de las
cuales alguno de ellos impondrá al pueblo mexicano un gobernante. Y aunque
muchos veamos esto con encabronamieto, con frustración y con desilusión, no hay
mucho que podamos hacer para evitar que dicha farsa se lleve a cabo.
¿Qué hacer, cómo podemos utilizar esa pequeña y aparentemente
cuasi-despreciable herramienta llamada voto en contra de la Partidocracia que nos
tiene sometidos?
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La abstención
El abstencionismo tiene dos caras: una es la ignorancia; la
otra es la apatía, la desilusión, la desesperanza. No me sorprende que sea el
abstencionismo el verdadero triunfador de todas las elecciones, much@s ignoran
lo que es la democracia, y lo que es aún peor: a much@s ni siquiera les importa.
El voto nulo
“Todos los partidos y sus candidat@s me repugnan, no pienso
ser complice de ningun@ de ell@s”... Este es el grito de guerra de los llamados
“anulistas”.
Desconfianza total en los partidos; no importa quien gane,
el régimen de corrupción e injusticia continuará, así como debe continuar la
lucha por derribarlo. Las elecciones no son más que un circo, una farsa, una
batalla librada en un campo escogido por el enemigo, una batalla de antemano
perdida para el pueblo.
Pero no en todos los países el voto nulo es considerado
inútil. Algunas sociedades han ganado un derecho fundamental: el poder castigar
a los partidos políticos a través del voto nulo.
A MAYOR CANTIDAD DE VOTOS NULOS, MENOR PRESUPUESTO PARA LOS
PARTIDOS
Desgraciadamente en
México aún no hemos ganado ese derecho e irónicamente, la única posibilidad
para que algún día se le de peso al voto nulo, es cuando seamos much@s los que
votemos nulo.
Votar por “el menos pior”
Se nos ha dado a escoger quien será nuestro próximo enemigo.
Las opciones que tenemos comparten mucho en común: tod@s mienten, tod@s son
egoistas, tod@s son corrupt@s y terminarán corrompiéndose aún más en caso de
llegar al poder.
Sin embargo un@ de ell@s es el/la más débil, el/la más
desorganizad@, el/la más fácil de derrocar. Sí, nuestro voto es un arma
insignificante, pero con tan sólo con un guijarro David le dio muerte a Goliat.
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No creo que a un@ abstencionista le interese leer esto, por
lo tanto me dirijo a l@s “anulistas” y a aquell@s que piensan votar por el “menos
pior”:
Este próximo primero de Julio podemos ir a las casillas sin
sentirnos humillados; siempre y cuando nuestra lucha no termine allí, en la
gran farsa, en el circo que los partidos políticos han montado para engañarnos
y hasta al grado de auto-engañarse, para fingir que los robos, abusos y
atrocidades que hacen, las hacen en nombre y con la autorización del pueblo.
Ya sea que anules tu voto o votes por el “menos pior”, hazlo de manera informada.
Ya sea que anules tu voto o votes por el “menos pior”, hazlo de manera informada.
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A aquell@s que votarán nulo: ¡Adelante con la protesta, ni
un voto a la partidocracia, hasta que reconozcan nuestros derechos, luchemos
por que el voto nulo tenga peso!
A aquell@s que votarán por el/la “menos pior”: La
partidocracia ganará la batalla del primero de Julio, pero escuchen nuestra
advertencia: ¡Les esperan seis años muy duros!
¡Hasta la victoria siempre!