6.10.2010

La patraña de la Revolución del Intelecto

Este año 2010 sin duda ha inquietado a algunos mexicanos. El gobierno nos urge que festejemos, pero muchos mexicanos carecemos del júbilo que se requiere para celebrar, de hecho nos sentimos traicionados, francamente encabronados: ¿Cómo podemos hacer fiesta con tanto problema encima? La economía del país esta por los suelos, la violencia está peor que nunca, la corrupción es rampante, la contaminación es razón suficiente para echarnos a llorar, ¡pero eso si, quieren que festejemos a huevo!

Pareciera que la responsabilidad de sacarnos aunque sea por un rato de nuestra miseria cotidiana recae casi totalmente en el Tri; que consiga el tan ansiado pase a cuartos de final que nunca se ha dado en ningún mundial fuera de México... ¡Hora de rezarle a la virgencita para que pasen a la segunda ronda!!

Me cae que no ma... ¡Pero con que poquito nos lavan el coco! Comemos y soñamos futbol, y lo único que oímos en la televisión y en el radio tiene que ver con panbol, y aquellos periodistas comprometidísimos con su trabajo y con México se dedican primordialmente a balbucear de las posibles (e imaginarias) hazañas del Vasco Aguirre y sus muchachos, y de manera intermitente, abren un paréntesis en su futbolmanía para presumirnos sus revoluciones del intelecto y sus iniciativas México, y para recordarnos que si no formamos parte de su club entonces no valemos mierda.

¿Pero en que chiangos están pensando aquellos que llaman por una "Revolución del Intelecto"?. Sí, seguro, ¡YA!, es perfectamente viable que suceda un acontecimiento así en un país como el nuestro; donde las pocas escuelas públicas que hay se están cayendo o se hayan quedado en obra negra, y donde todo se arregla con mordidas o a balazos... Y hablan esos celebrities-journalists emocionadose y orgas-meandose de su grandioso plan, y comparan su prototipo de México "revolucionario" con la Holanda de Guillermo de Orange... Sí, claro, como México se encuentra en la cúspide mundial en cuanto educación, economía y libertades: pero que pendejos estamos si esto no se convierte de repente en un criadero de genios de la calaña de René Descartes, Erasmo y Christian Huygens...  Revolución del Intelecto: pero que patraña tan desagradable. Que manera tan infantil de distraernos de la realidad.

Y luego aparecen un gran número de bellísimas personas, encabezados por dos de los seres más viles y convenencieros que haya visto este país, hablándonos del proyecto que salvará a México del inminente colapso. ¿Cómo diablos podemos creerles sus promesas de querer ayudarnos, si son los mismos que se han empeñado durante décadas a menospreciarnos, sobajarnos y apendejarnos? Sin duda estos señores continúan haciendo programas para jodidos...

No, estoy convencido que el cambio no llegará de manos de los de arriba. No llegará de manos de los gobernantes, ni de los banqueros, ni de los grandes empresarios... No, ellos no provocarán el cambio por que no les conviene, para ellos así está todo muy a gusto. Si va a haber un cambio este debe de salir de abajo...

Cuando nos decidamos...

Cuando tengamos las agallas para unirnos.